La caravana del circo ya está en la calle. Recorren ciudades entre cerros, montañas y valles; con sus malabaristas, trapecistas, contorsionistas, equilibristas, payasos, y los ilusionistas que no falten. Besan a las mujeres, a los niños, y si pasa por allí, también a su padre; Luego se marchan, y si te he visto, ya no me acuerdo, por que ellos, sólo vienen de tarde entere.
Qué apropiado para estas fechas, Pedro. Promesas, promesas y promesas. Ahora tocará exigirles responsabilidades. Ojalá las cosas vayan un poco a mejor y se vaya superando la crisis. Un abrazo.
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