Está noche mi teclado emite un sonido ahogado, mientras mis ojos se humedecen. No siento pena ni compasión, sólo siento mi cobardía, cuando mi cuerpo se derrumba por una niñería, y otros no se derrumban, porque tienen la fuerza del amor.
Por eso, esta noche quiero romper ése temor, y abrazarme a la fuerza del amor, para cuando mi cuerpo se sienta de verdad desvalido pueda resistir al dolor.
Felices Navidades, amigo Pedro y mis mejores deseos para el Año Nuevo. Seguro que tu teclado tendrá días brillantes, alegres y vivaces que compensarán los momentos de tristeza que todo el mundo tenemos y qu e los escritores, compartimos con nuestra pluma, es decir, con nuestro teclado. Un abrazo
ResponderEliminarHola Pedro, Felices Fiestas.
ResponderEliminarEl amor mueve montañas, y mucho más el que nace de dentro. Y no sé porque nuestro teclado siempre acabaa exprimiendo lo que sentimos o tememmos.
un abrazo.
(ya contesté a tu maravilloso comentario)
Gracias de corazón a mis paisanos, María y Francisco.
ResponderEliminarMis mejores deseos para el 2012.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar