Mi palabra se siente amilanada,
mi vida sometida a la ansiedad,
no encuentro asidero ni libertad,
ni en los ojos de un niño su mirada.
La noche, envilece mi madrugada
buscando el camino de la verdad,
cuando se acerca a mí la tempestad,
y no hallo en tu corazón mi alborada.
¿Será por que mi vida está vivida
y no le queda nada que esperar?.
En está, mi melancolía contraída,
no quiero en mi angustia perseverar,
y que mi palabra no sea caída,
porque volveré a la eterna libertad.
Ah, la libertad. Qué hermosa palabra.
ResponderEliminarMe encanta: La noche envilece la madrugada/ buscando el camino de la verdad. Abrazo, paisano.