Oigo caer la lluvia en mi rincón olvidado, y como flores marchitas mis ojos se abren y no ven nada. Estoy recluido en mi almacén dorado. Sólo llanto, escaleras y flores al otro lado. Pasaran mis días olvidado, hasta que de nuevo la lluvia golpee mi tejado.
Precioso texto poético lleno de nostalgia y de intimidad. Sabes que me gusta mucho la lluvia. He disfrutado con este texto. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Francisco. tu valoración, siempre es positiva para mí.
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